La estimulación biomecánica (BMS) de Nazarov es la reproducción fisiológica del trabajo muscular natural. Eso significa que los músculos se estimulan en la misma oscilación longitudinal, el mismo que se desarrolla automáticamente durante cualquier esfuerzo máximo personal. Esta vibración natural / biológica se recrea mediante la estimulación de Nazarov sin ningún esfuerzo físico propio de una manera puramente mecánica.
BMS es un “entrenamiento concentrado” para toda la musculatura y todos los demás tejidos corporales, que excede con mucho las posibilidades de actividad intencional. Todos los efectos positivos conocidos y diversos de la educación física se alcanzan y superan con un BMS sustancialmente más rápido en comparación con el entrenamiento clásico y los métodos convencionales (BMS es 10-100 veces más efectivo).
A diferencia de todos los métodos de vibración conocidos anteriormente, el BMS actúa de la siguiente manera: (a) transfiere las oscilaciones en dirección longitudinal a la fibra muscular, (b) a la musculatura tensa o alargada y (c) se ajusta exactamente en amplitud y frecuencia a la frecuencia natural del músculo. El músculo se pone en resonancia mecánica, mientras que la frecuencia natural depende de su dureza, masa y longitud individuales.
La principal diferencia con otros tratamientos de belleza de la piel es que el propio cuerpo humano es capaz de aumentar la producción de colágeno, ácido hialurónico y elastina de forma natural mediante la estimulación biomecánica. Además, es compatible con cualquier tratamiento cosmético complementario.
Sin embargo, hoy en día el término Estimulación Bio Mecánica se usa comúnmente para otros procedimientos, que no son realmente al método BMS original. Por esa razón, el método original se distingue por el nombre del descubridor: Nazarov BMS.
OBJETIVO DEL TRATAMIENTO NAZAROV BMS
El tratamiento Nazarov BMS aumenta el poder, la resistencia, la flexibilidad y la coordinación tanto de músculos como piel y tejidos conjuntivos como fascia y huesos.
Todos los músculos faciales son estimulados adecuadamente. Además del efecto de entrenamiento, aumenta la circulación (= suministro de nutrientes) en cada músculo y todos los tejidos conectados con él. En particular, el BMS puede (como la gimnasia, el estiramiento o el masaje) liberar nuestros tejidos de desechos celulares innecesarios, cuyo crecimiento de por vida limita gradualmente cada circulación de líquido en el organismo, disminuyendo el suministro celular y conduciendo al final a una pérdida de potencia y elasticidad. El BMS intensifica los procesos vitales fundamentales, que dependen del movimiento y el trabajo muscular y, por lo tanto, previene muchos síntomas comunes y habituales de la vejez.
Un tratamiento con la estimulación de Nazarov (BMS) produce muy beneficiosos efectos iguales al esfuerzo muscular común (pero mucho más intensivo y sin necesidad de esfuerzo propios) simultáneamente para:
Y a nivel muscular los beneficios son aún mayores ya que según estudios publicados en su libro, Nazarov muestra cómo la regeneración muscular conseguida es entre 10 y 100 veces superior al ejercicio manual resultando en una revitalización que mejora el volumen, elasticidad y poder del músculo. Los músculos tensos se relajan de forma natural y a diferencia del uso del bótox no se paralizan ni “duermen” por varios meses, y los músculos atrofiados recuperan sus funciones vitales y su forma original, y todo ello sin introducción de elementos externos al cuerpo humano, es decir sin procedimientos invasivos, por lo que el efecto rebote no ocurre.
Representación de una cara que envejece
Los músculos de la cara están unidos a la piel, son el verdadero soporte de la piel, por lo que el aspecto de una “cara caída” es el resultado del mal estado de los músculos faciales, y al igual que podemos restaurar el volumen y aspecto de un bíceps del brazo mediante ejercicios tipo pesas, podemos restaurar los músculos de la cara mediante el ejercicio tipo masaje aportado por este tratamiento.
Los resultados son visibles desde la primera sesión de 25-30 minutos y un tratamiento completo suele necesitar tres semanas con 2 o 3 sesiones semanales. Posteriormente el mantenimiento óptimo recomendado es de una sesión cada dos semanas, aunque en algunos casos es suficiente con una sesión al mes. De no hacerse el mantenimiento, se observará poco a poco (en unos dos meses) que los músculos faciales vuelven a necesitar estimulación, al igual que ocurre con el ejemplo de los bíceps en los brazos.